Hola mi nombre es Pablo y creo que mi niña no es superdotada, es lógico ¿verdad?, teniendo en cuenta que los últimos estudios, dicen que en España solo hay un cuatro por ciento de niños en edad escolar superdotados, lo raro entonces, sería oír lo contrario, pero no, no es así, cada vez se oye más lo de " mi hijo es superdotado" estoy más que harto de oírlo por todas partes, a familiares, a amigos, en el mercado, en la puerta del cole, etc., se asevera, sin ningún pudor ni problema, así como el que echa azúcar al café, mi hijo es superdotado es listísimo, y luego normalmente vienen comentarios de este tipo:
-creo sinceramente, que mi Luis es superdotado, es que es más listo, a que sí, Manuel
a lo que el padre, la mayoría de las veces hace el chascarillo recurrente y típico - sí, superdotado de arriba y de abajo, como su padre, eh??. Pero qué nos pasa, por qué somos así, por qué trasladamos nuestra arrogancia, egos y demás conductas competitivas a nuestros hijos. Hombre yo entiendo que las abuelas, tías y otros elementos (sin usar "elemento" de una forma despectiva, que se puede enfadar alguien) no ayudan para tener una visión más objetiva del asunto y si a eso, le añades la falta de objetividad de los padre, ahí lo tenemos, una bomba de relojería que se llama " como no entender que mi hijo seguramente será más listo que yo, pero como el resto de los niños". Pero bueno, no creo que sea tan difícil entender que existe una evolución genética que no para y si a eso le añadimos que el entorno del niño es cada vez más "culto e intelectual" o como quieras llamarlo, y que además cada vez hay más posibilidades, métodos de enseñanza y de aprendizaje, ahí está la respuesta, nuestro hijos por norma general cada vez son más rápidos en el aprendizaje y por eso parecen "más listos", pero eso no tiene nada que ver con el nivel de capacidad intelectual, para eso tendremos que esperar, y si es así, de momento tendremos un problema que evidentemente a día de hoy también es más fácil de manejar y existen métodos, organismos y asociaciones que ayudan a detectar y normalizar. Pero lo que está claro que son los menos, y lo importante es que a nuestro hijos les proporcionamos unos buenos hábitos culturales, ejercicio físico, buena alimentación y risas, muchas risas, y nos relajamos con la competitividad, vamos por el buen camino para conseguir que nuestros niños sean cada vez mejores personas, que al fin y al cabo es lo que de verdad cuenta.
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